La inteligencia emocional está ganando una mayor relevancia en estos últimos tiempos.  A nivel profesional, son cada día más las empresas que demandan este tipo de perfiles para puestos de liderazgo. En lo personal es una gran herramienta para nuestro bienestar y el bienestar de nuestros seres queridos. 

Definimos la inteligencia emocional como la habilidad de reconocer y gestionar nuestras emociones y las de las personas que interactúan con nosotros. Las personas que gozan de inteligencia emocional tienen un gran conocimiento de sí mismas y una gran capacidad para detectar los sentimientos o estados emocionales del otro. Son capaces de automotivarse, motivar a otros e identifican los cambios como oportunidades. 

Podemos desarrollarla a través de cinco dominos que nos describen competencias personales y sociales básicas.

La autoconciencia, comprender el origen de nuestras emociones y sentimientos. Poder identificar cómo nos sentimos, cuáles son nuestras fortalezas, nuestros límites y nuestros valores. 

La autorregulación, el control de ciertos impulsos o rasgos de nuestro carácter. La pregunta clave sería si podemos controlar nuestros impulsos, si somos flexibles, creativos y si podemos aprender a canalizar positivamente las emociones. 

La automotivación o el impulso interno. ¿Podemos alcanzar un estándar de excelencia? Encontrar razones para la superación, tener la capacidad de motivar a otros, alinearnos con objetivos, actuar en función de las oportunidades y mantenernos optimistas a pesar de los contratiempos.

La conciencia social se relaciona con la empatía. Saber identificar lo que las personas que nos rodean puedan sentir, anticiparnos o comprender sus preocupaciones, necesidades y habilidades. Todos podemos desarrollarla si lo deseamos, basta con abrir la mente e intentar captar la vida del otro desde su perspectiva y no desde nuestros ojos.

Las habilidades sociales comprenden las áreas donde las relaciones pueden sobresalir. Capacidad de construir vínculos, colaborar, formar equipos, liderar, comunicarse e influir en los demás.

La inteligencia emocional es una teoría relativamente nueva.  Se popularizó por primera vez con la publicación del libro ¨Inteligencia emocional¨ del autor Daniel Goleman. “Si sus habilidades emocionales no están disponibles, si no tiene conciencia de sí mismo, si no puede manejar sus emociones angustiantes, si no puede tener empatía y tener relaciones efectivas, no importa cuán inteligente sea son, no vas a llegar muy lejos ” dijo Goleman.

Afortunadamente, podemos mejorar nuestra inteligencia emocional, al hacerlo, puede ayudarnos a convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos.